Al movimiento estudiantil: ¿levantamos nuestras propias reivindicaciones o hacemos el papel de tontos útiles?


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Por: 
Simón Rodríguez Porras (PSL) 
 
El show realizado por un pequeño grupo de activistas de derecha provenientes de varias universidades ante la embajada cubana, será olvidado más temprano que tarde por la intrascendencia de sus objetivos. Pero sin duda que es una campanada de alerta acerca de la acelerada degeneración política de la principal dirigencia del movimiento estudiantil, ligada a la MUD. Durante cuatro días, una veintena de militantes de la MUD acamparon frente a la embajada, agitando cadenas, realizando rezos colectivos y balbuceando consignas incoherentes. Alternaban la exigencia del retorno al país del presidente Chávez con llamamientos que asumiera el gobierno Diosdado Cabello, otras veces solicitaban que se convocara a elecciones presidenciales o que se publicara una fe de vida del Presidente, en sus momentos de mayor inspiración pedían que cesara el "imperialismo cubano", pero luego dijeron que algunas de esas ya no eran sus exigencias, que lo que querían era ser libres, y en el colmo de la ridiculez se adjudicaron el regreso del presidente Chávez.
En las universidades se apoda sarcásticamente "hijos de las autoridades" a estos dirigentes apadrinados por las autoridades universitarias y la MUD. Ni siquiera se esfuerzan por disimular quiénes les dictan la agenda. Una de las delegaciones más nutridas fue la de la Universidad de los Andes, activistas que arrastran un enorme rabo de paja. Los muy demócratas van para su quinto año usurpando la Federación de Centros Universitarios. Con la complicidad del Psuv, se valen de artimañas para impedir que se realicen elecciones en los centros de estudiantes desde el año 2008, aunque el reglamento establece que deben realizarse anualmente.
La dirigencia estudiantil de la MUD está divorciada de la realidad del país. Los estudiantes tienen verdaderas razones hoy para protestar, pero la MUD está de espaldas a esos motivos. El gobierno nacional acaba de propinar un duro golpe a los salarios y al nivel de vida de las mayorías trabajadoras al devaluar la moneda. Los presupuestos de las universidades se verán afectados por esta medida de ajuste. Los profesores y los trabajadores universitarios exigen aumentos salariales. Las becas y los pagos de ayudantías y preparadurías son verdaderamente miserables. La corrupción y la falta de democracia hacen estragos en las universidades autónomas, tanto como en las experimentales. Pero sobre todo esto, nada dicen la MUD y sus agentes estudiantiles.
El movimiento estudiantil tiene que levantar una agenda propia y movilizarse, que al calor de las luchas surjan nuevos liderazgos verdaderamente comprometidos con los cambios democráticos y revolucionarios que las universidades y el país requieren. Hay que deslindarse de los espectáculos deprimentes de los agentes de la MUD y reivindicar una agenda autónoma para el movimiento estudiantil.