Barcelona: Masivo repudio al terrorismo y al régimen español

Por: Simón Rodríguez Porras
Más de 350.000 personas asistieron a la manifestación del 26 de agosto en repudio al atentado de la Rambla. A la movilización convocada por el gobierno catalán y el ayuntamiento de Barcelona asistieron también el rey Felipe VI y el primer ministro español Mariano Rajoy, pero fueron recibidos con grandes abucheos. El intento del régimen español de capitalizar políticamente la tragedia terminó en un fiasco.
La gran movilización realizó el mismo recorrido que el vehículo conducido por un fundamentalista durante el atentado nueve días antes. Pero no solamente dejó constancia del gran repudio al ataque terrorista reivindicado por ISIS. El gobierno del Partido Popular venía instrumentalizando el atentado para atacar al independentismo catalán y camuflar su política xenófoba y contra los derechos democráticos con consignas de “unidad” antiterrorista. Esa política oficial sufrió un duro revés cuando miles repudiaron a Rajoy y al rey. Muy cerca de ellos y a todo lo largo de la marcha abundaban las pancartas con consignas contra el guerrerismo del gobierno español y contra la islamofobia. Otras denunciaban la complicidad del gobierno español con la monarquía saudí, a la cual recientemente ha realizado ventas de armas. También abundaron banderas catalanas y pancartas reivindicando la independencia. Una auténtica bofetada para el régimen español.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que responde a una coalición en la que participan Podemos e Izquierda Unida, zigzagueó ante las presiones antagónicas del régimen y de la población. En una concesión simbólica, cedió la cabecera de la marcha a enfermeros y policías que atendieron a las víctimas del atentado, al tiempo que llamó a no llevar banderas a la marcha, en consonancia con el discurso oficial de la “unidad”. Luego de la marcha saludó como “legítima” la presencia masiva de banderas y consignas políticas e independentistas. Mientras el PP y Ciudadanos atacaban las expresiones de protesta, Pablo Iglesias de Podemos se limitaba a defender la “libertad de expresión”.
Dos horas antes de la movilización oficial, más de tres mil personas realizaron un acto en el que movimientos sociales se solidarizaron con las víctimas. Entre las más de cien organizaciones que participaron estuvo Lucha Internacionalista, integrante de la UIT-CI (en el recuadro reproducimos extractos del manifiesto unitario). El contenido contestatario de dicha concentración alternativa, con sus consignas “Vuestras políticas, nuestras muertes” y “Paz, solidaridad y convivencia en la diversidad”, también tiñó la marcha posterior, a despecho de las intenciones y los planes de las autoridades. La población le ha dado una aleccionadora respuesta a los políticos del régimen.

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