Hoy se cumplen 215 años de la declaración de la independencia de Haití, conquistada por la primera revolución antiesclavista triunfante.
Los revolucionarios haitianos apoyaron decisivamente las luchas independentistas en América, aprovisionando las expediciones de Miranda y Bolívar. La primera bandera tricolor la fabricó Miranda en Jacmel en marzo de 1806, antes de partir hacia las costas de lo que luego sería Venezuela. Bolívar por su parte, recibió barcos, imprentas, armas, dinero y mil soldados para sus dos invasiones del año 1816. Un apoyo de grandes dimensiones por parte de un país asediado y bajo amenaza militar francesa, británica y española.
Bolívar cometió una doble traición contra los revolucionarios haitianos: primero incumplió su promesa de liberar a los esclavos al alcanzar la independencia, pues privilegió su alianza con los blancos criollos dueños de esclavos. Incluso en 1817 fusiló al mestizo Piar, quizás el más grande de los militares independentistas, para escarmentar cualquier movimiento que cuestionara la supremacía de los blancos criollos. Los haitianos habían brindado cuantioso apoyo material a Bolívar nada más pidiendo a cambio la abolición de la esclavitud. La esclavitud no sería abolida en Colombia hasta el año 1852 y en Venezuela en 1854.
La otra traición es igual de escandalosa: Haití fue excluido del Congreso Anfictiónico de Panamá, abonando al aislamiento, al que también colaboró EEUU, del que se sirvió Francia para extorsionar a Haití, obligándole a pagar una absurda indemnización a cambio del reconocimiento de su independencia. Historiadores como José Luciano Franco hablan del "gran terror" que se esparció entre los dueños de esclavos de todo el Caribe ante la revolución haitiana y que llevó a una especie de unidad contrarrevolucionaria blanca en toda la región contra Haití y en defensa del régimen esclavista. En 1801, Toussaint Louverture había ocupado la parte oriental de la isla, que los españoles habían cedido a Francia, y abolió la esclavitud. Una medida que profundizó el odio de los esclavistas hacia la revolución de los "jacobinos negros", como los llamó CLR James. Es heredero histórico de esa reacción, por ejemplo, el actual racismo dominicano. Un aspecto menos destacado en la historiografía es lo que significó la traición de las nuevas repúblicas americanas a Haití. En tal sentido es importante revisar lo que ha significado que la izquierda socialista adopte los mismos héroes independentistas que el nacionalismo-burgués, soslayando los horizontes empancipadores de otros movimientos de aquella época. Creo que debemos realzar a esos otros movimientos y referentes históricos como José Leonardo Chirino, que procuró la unidad de los esclavos negros y los indígenas en una rebelión antiesclavista, la conspiración de Gual y España, que además de anticolonial también fue antiesclavista, y por supuesto la propia revolución haitiana. Allí están nuestros espartacos, verdaderos héroes y mártires revolucionarios caribeños y americanos.
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